Nuestro consejo es que si quieres emprender te pongas en marcha sin perder un segundo.
Muchas veces tenemos el síndrome del impostor y nunca nos sentimos lo suficientemente preparados para dar el paso de iniciar nuestro emprendimiento, y eso es un error, ya que como mejor se aprende es en el mundo real.
Por supuesto, siempre hay que estar en continua formación, mejorando en todo lo que podamos, leer, estudiar, preguntar… pero la mejor universidad es la práctica.